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Mostrando entradas de abril, 2008

Donde tú te alejaste de mi...

Salí un día rodeado de niebla, no sabía a donde ir, ni por donde empezar, mi naríz parecía lejana, no podía ver, a veces sentí la humedad en la planta de mis pies y como me hundía en el fango, busqué la luz y no la ví, era la bruma que cegaba mis ojos, mi mente tupida no me permitía pensar, mi corazón sin sentido no sabía que hacer, puse mis manos en el fango sucio, frío, implacable con la blancura que un día llevé, como cerdo caí en el fango, tratando de salir me revolqué, había frío, había oscuridad, había de todo, solo tu faltabas, pero tu no podías estar, ¿donde estas? -gritaba- mientras me revolcaba, y tu voz a lo lejos escuchaba diciendo: aca estoy, donde tu te alejaste de mi... Volvía mi rostro y no podía ver, como cerdo nuevamente me revolqué, mis manos, mis brazos, mi rostro, todo mi ser, sucio, inmundo, impuro, sollozaba mi alma por el dolor, dolor por haberme alejado de ti, dolor por estar donde nunca me creí, dolor por tu ausencia, dolor por que me extrañabas, aunque por un...

El vacío

Cuando duermo siento caer, flotar, volar, libre sin final, nunca termino de caer solo veo alejarse la luz de mis ojos como en un tunel profundo y oscuro que no tiene final. Cuando duermo estoy en tus brazos, suaves, cálidos y delicados, el tibio viento de tu respiración brinda abrigo a mis sueños empalagosos de ilusión y faltos de sal, tus manos me frotan sin pudor haciendo de mi piel la tuya por un momento. Cuando despierto veo a mi alrededor, mi vista asombrada, mis sueños rotos dan cuenta de la fantasía y de la irrealidad de tu estancia, y la crueldad de mi soledad. Cuando la acepto suspiro como para tomar fuerza, aunque mi piel se enchine ante la realidad, aunque la tristeza asome por mis pupilas y mi corazón sufra de otro descalabro, aún te amo.

...si es que un día llegas

Te he buscado, hace mucho polvo, el viento huracanado de tus recuerdos te protejen o te esconden? no puedo ver el camino, a veces te pienso, más bien te imagino y no se si ríes o si lloras, quisiera despertarte pero...... solo lo pienso, he visto tu risa, ahora estas allá en la distancia donde inicia el camino que finaliza bajo la planta de mis pies sin embargo no se si ese es el camino... solo pienso... y suspiro... solo sueño a tragos amargos, como el zumo del árbol del patio de mi casa, cuando te encuentre lo cortaré para que no hagas caras cuando llegues a verme... si es que un día llegas...

Se lo doy hoy

Este día cuando desperte sentí una brisa distinta, fría, triste, me dijo lo que pasó y no lo acepte, pasó el tiempo y el sol llegó rayito chiquitito se coló por mi niña, poco a poco crecío y me contó lo lindo de éste paso, un angel Dios te dío, no te lo quitó, lo puso pronto a tu lado, con su calor, con su amor, con su ternura y su recuerdo. Un Angel Dios te dío, antes de hacerlo lo penso y repensó, talvez lagrimas brotarán, talvez tristeza la acompañará, algunos diran "lo perdío" que tontos y lo pensó, se dijo a si mismo no se lo quito se lo doy, hoy, pronto.

En la entrada

A veces duermo al pie de la puerta, no por miedo, no por angustia, no por esperar el tiempo de salir como loco hacia el horizonte. A veces duermo al pie de la puerta, a veces triste, a veces tonto, a veces solo duermo al pie de la puerta. A veces paresco un perro esperando el momento para salir corriendo buscando un árbol o un poste o cualquier lugar, a veces paresco un perro que susurra sus ladridos para dentro, a veces duermo al pie de la puerta. Mi madre me cubre y no me molesta, mi madre me cuida para que duerma al pie de la puerta, no se si sabe, no se si lo imagina, quisiera que cuando inicia a colarse el sol un contra luz de tu rostro apareciera al pie de la puerta. Nunca sueño al pie de la puerta, solo pierdo los sueños que antes tenía, no se a donde se van o escabullen por la rendija donde sopla el viento frio de la noche, a veces duermo al pie de la puerta.

Me acompañaba solo

A veces la noche duele, el viento no importa, la oscuridad tampoco, lo que si duele es el silencio, el silencio de voltear y ver la sombra de la mascota que hace mucho sucumbió ante el vacio cercano a tu cama. La noche duele, no es por las estrellas, no es por el cantar del grillo, lo que si duele es proferir palabras sin que lleguen a ningun puerto, lo que mas tortura es la daga del recuerdo y de la nostalgia que asalta de noche en las manos invisibles de la que una vez ame. Y cuando todo ese dolor me embarga, cuando toda la tristesa sale por mis ojos me acompañaba solo.

420 lunas

Estaba mirando al cielo, gozando de su luz, millones de luciernagas invadieron mis ojos, mientras un silvido mecía las hojas que nacían de los estandartes altos hasta el cielo. Como en plena batalla por vivir se escondían las luciernagas y cuando se creía que les vencían nuevamente arremetían y se apoderaban del campo. Escena repetida una y otra vez, luchando por permanecer bajo cobijo de la mayor, mientras yo veía gran valor no me percaté cuando me desvíe y hoy busco la luna pero ya no es igual. Las luciernagas estan allí, los estandartes están allí, el resplandor sigue allí, el frío silvido hace mucho se enardecío y 420 batallas despues la Luna ya no es igual.