Un incendio consume mis entrañas, encendido con la lumbre de tu mirada, inició con un pensamiento cuando volviste a aparecer frente a mi, hace tiempo no te encontraba, ahora no puedo deshacerme de ti. Ven y consume mis ansias, refresca mi alma solitaria con la frescura de tus labios, dame tu oxígeno y termina de una vez por todas con esta soledad que me acompaña. Toma mis manos, son todas tuyas, ponlas como cerrojo en tu cintura, accede a que jueguen en tu negra cabellera. Toma todo lo que quieras, arrasa mi alma con tu fuego que ya me consume, pierde el aliento entre mis brazos y mis versos, seguro estoy que ganaré el cielo cuando cuando confieses que me amas.