Un incendio consume mis entrañas,
encendido con la lumbre de tu mirada,
inició con un pensamiento cuando volviste a aparecer frente a mi,
hace tiempo no te encontraba,
ahora no puedo deshacerme de ti.
Ven y consume mis ansias,
refresca mi alma solitaria con la frescura de tus labios,
dame tu oxígeno y termina de una vez por todas con esta soledad que me acompaña.
Toma mis manos,
son todas tuyas,
ponlas como cerrojo en tu cintura,
accede a que jueguen en tu negra cabellera.
Toma todo lo que quieras,
arrasa mi alma con tu fuego que ya me consume,
pierde el aliento entre mis brazos y mis versos,
seguro estoy que ganaré el cielo cuando cuando confieses que me amas.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Por favor no griten!