"Para gritar tu nombre no falta descubrirte toda, no falta recorrer tus entrañas ni conocer cada río que te da la vida, para gritar tu nombre no hay que estar al pie de ningún volcán ni en su cima, para gritar tu nombre no debo dudar que eres el paraíso, para gritar tu nombre basta con haber recibido aquí el primer aliento, el primer llanto, el primer suspiro, basta con cerrar los ojos y verte tal como eres, inmortal, gigante y bella, basta con encontrarme recostado en la grama para admirar tu cielo y respirar tu aire.
Bastame con gozar la sonrisa de los niños que te tienen por madre, disfrutar del agua que me regalan tus nubes y sentir bajo mis pies la arena oscura de tus costas, si cuando niño sentía orgullo por pasearme cerca de tu quetzal de piedra, y hoy cuando recorro tu cuerpo accidentado aún me admiro por disfrutar cada cambio de clima, por disfrutar el horizonte, admirar cómo cambia tu vegetación kilómetro a kilómetro.
Sí, aún me pregunto si vivir sobre este suelo será como vivir en el cielo, gritar tu nombre Guatemala es para mi un honor, un privilegio, un regalo que comparto con Kukulcán y Ek´Balam, presente otorgado de las manos mismas de Corazón del Cielo, solo lo puedo comparar con la valentía y grandeza del Reino Itzá y su resistencia a la conquista por casi 200 años.
Gritar tu nombre Guatemala es escuchar a las aves que cantan desde la madrugada en medio de la selva, es el sonido de los jaguares afilando sus uñas en tus pirámides esperando el alba, susurrar tu nombre Guatemala es como cuando le hablas al oído a quien amas, es como el sonido de la catarata que se precipita y rompe en estruendo cuando llega a su final, gritar tu nombre Guatemala con el profundo anhelo de hacerte grande, de vivir por ti.
Decidir partir nunca, decidir dejarte jamás, no puedo, te amo demasiado, si aún nos falta construir el día que podamos disfrutar nuestra verdadera independencia, esa en donde no exista la pobreza; ni la desigualdad entre tus hijos, hoy grito tu nombre, me inundo de gratitud por haber nacido del maíz de tu tierra fértil, y del vientre de tus mujeres mayas, Guatemala, más que la eterna, Guatemala, toda tu eres un jardín, Guatemala, Guatemala, no me cansaré de gritar tu nombre inmortal, Guatemala!"
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¡Por favor no griten!