Ir al contenido principal

La Rutina del Adios

216 días desde que juntos celebramos el inicio de otro año,
esa noche que se nos hizo día, esas luces que alegraban a los niños y me hacían preguntarle a mi alma, que sueños esperas que te alcance en la vida este año? no supe que pedir, no esperaba nada.

El tiempo impaciente no se detuvo, siguió su curso y con la partida de los minutos el destino que se acercaba, cada vez más, la luna con su sonrisa, la luna llena, la luna traía consigo la despedida, la última vez que hablamos acercaste tu mano a tu boca liberando un suspiro y ese gesto fue el primer adiós.

Quién iba a pensar que me dejarías tan pronto, tan triste, tan solo, no me quedaba más que aferrarme a tu recuerdo y a no soltarlo ni un momento, no sabía que el destino me sorprendería nuevamente en ese día de fiesta, papa te fuiste por la puerta grande, me regalaste un abrazo, y tus palabras me sabían a despedida, quise pensar que era solo el sabor de tu amor añejo, un amor que se quedó conmigo, que me consuela cuando veo al horizonte buscando tu rostro.

Veo a mi alrededor y me encuentro que el destino se empeña en sorprender a todos en mi cercanía, hace  7 días me despedí de vos y te desee un buen fin de semana, nunca te volví a ver, es tan injusto que estuvieras en el lugar equivocado, y como el verdadero amor de tu vida no te quiso dejar ir hace unas horas que corrió tras de ti para no te sientas solo, y me cuesta aceptar que en una semana haya cumplido con la rutina del adiós sin saber que sería el final.

Dedicado a:

Anny Mendoza + 22 Feb 2012, Luis Alfredo Urbina Godínez +22 May 2012, Luis Pelicó + 29 Jul 2012, Ilse López + 3 Ago 2012.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Declaración de Independencia

Mientras el celeste manto pierde la batalla ante las nubes cargadas de agua que se extienden infinitamente sobre mi cabeza y el cálido sol agoniza en plena oscuridad siento dentro de mí al corazón que se ha revelado y busca deshacerse de tu amor, está en cruenta lucha para abandonar las espigas de tus manos y superar al veneno de tus labios, mientras yo sofocado por los sentimientos que se encuentran sin piedad en la batalla, trato de tomar un respiro para no sucumbir ante el dominio de tu mirada. Me atacas con los recuerdos dulces que una vez construimos y me torturas con las palabras tiernas que seducian mis tímpanos que se derretían ante la vibración de tu voz, desfallecido después de tanto amor, adolorido por tanta desilusión, desesperado por la apatía de tu corazón, no quiero beber más de tu boca, no deseo aparcar más en tu silueta, no deseo ser más prisionero de la calidez de tu cuerpo ni sentir las espigas de tus manos en mi cintura. Agotado por tanto año que he dependido de tus...

Dibujaste una sonrisa

Estaba allí afanado, no creo me hayas visto, secretamente me detuve, respiré pausado, te admiré, dirigiste tu mirada hacia mi, de lejos me dibujaste una sonrisa, tomaste un suspiro y jugando con tu cabello te marchaste, la sonrisa se quedó conmigo para hacerme recordar lo que me haces sentir.