Hoy vi mi reflejo en el cristal de tus pupilas, de un azul profundo, fresco, celestial, no se si nadar y sumergirme en tu mirada, no se si extender las alas y volar, eres tan plena que a veces eres fuego, a veces eres paz, a veces eres mar, a veces tormenta, que podría esperar, si al ver tu silueta me dibujas el horizonte de la mañana, me robas el aliento y me lo devuelves con tus deseados besos.
Había esperado mucho por ti, había pensado tantos días en poderte rodear con mis brazos y en sentir la caricia de tu cabello estremecido entre mi boca, conformarme con tu respiración infinita.
Te veo a los ojos y no se que decir, tu maquillaje imagina un pavo real, tus pestañas una invitación a disfrutar del espectáculo de tu mirada, mi mano ingenua desea recorrer tus mejillas, tus mejillas rosas se iluminan con el sol de tarde encendidas en la llama de la caída del sol.
Así eres tu, mujer camaleón, te disfrazas con el espectro y la luz del meridiano para procurar alejarte del peligro que existe en mis palabras profundas, en mis labios tímidos, en mis labios tuyos.
Había esperado mucho por ti, había pensado tantos días en poderte rodear con mis brazos y en sentir la caricia de tu cabello estremecido entre mi boca, conformarme con tu respiración infinita.
Te veo a los ojos y no se que decir, tu maquillaje imagina un pavo real, tus pestañas una invitación a disfrutar del espectáculo de tu mirada, mi mano ingenua desea recorrer tus mejillas, tus mejillas rosas se iluminan con el sol de tarde encendidas en la llama de la caída del sol.
Así eres tu, mujer camaleón, te disfrazas con el espectro y la luz del meridiano para procurar alejarte del peligro que existe en mis palabras profundas, en mis labios tímidos, en mis labios tuyos.
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