Cuando escucho tu voz pierdo la noción del tiempo,
tu suave timbre de voz eclipsa mi entendimiento y alborota mi corazón,
cuando te veo dejo ir a mi libertad para convertirme en tu esclavo, sí,
el esclavo de tus dulces mejillas, me atas con la suavidad de tus cabellos,
me torturas con el fulgor de tus ojos y me sepultas al negarme tu voz.
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