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Deja que mi pecho arda

Que tus palabras sencillas se internen en mi mente y que sus significados hagan latir fuertemente a mi corazón.

Deja que mi pecho arda, que mis deseos inmaduros encuentren un cause por el cual dirigirse, deja que mis sueños recorran el camino tortuoso que los llevará a la realidad y que inundará mis entrañas de felicidad.

Abre mis ojos cuando busquen el significado en las letras con la que se escribío tu palabra, ennoblece mi corazón cuando repentinamente un álito de luz reconforte mi alma, permiteme razonar contigo, no con la lógica, no con las palabras ni con la razón de sabio, más bien ilumina mi espíritu con una porción del tuyo para que rebose de alegría y esperanza por un mañana mejor.

Da fuerza a mi cuerpo debilitado por la marcha terrenal, ayuda a recuperar la gobernanza en mi mente que domina mi comportamiento, endereza mis rodillas frágiles por la amargura del pecado y lo implacable de su martirio.

Rompe los cordeles de seda que se mezclan con las cadenas que me atan y permiteme llegar alto, allá donde tu Hijo espera, aconseja y reina.

Deja que mi pecho arda con la luz de tu evangelio, y permite que mi alma sea humilde como la del niño, que mis actos demuestren que te amo, que mis pensamientos se dirijan a ti constantemente, permiteme abrir los ojos y tener lo méritos para merecer el tesoro que abrirá la puerta del templo para regocijarnos con los coros celestiales, y cuando estemos contigo Señor, deja que nuestro pecho arda por el gozo de estar contigo.

Comentarios

  1. mi pecho tambien a ardido así de fuerte al estar en los brazos de mi Señor, El Vive para alentarnos y sobretodo El Vive y yo le honrare!

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