Ir al contenido principal

Los sueños que se marchan

Ya no recuerdo la última vez que soñé, solo recuerdo que mi corazón latía fuertemente, que mis ojos se llenaba de ilusión, que mi mente no dejaba de buscar caminos, que mis noches eran oportunidades para viajar de estrella en estrella recogiendo un poco de fulgor de cada una de ellas.

Solo recuerdo que tu estabas a mi lado, que sujetabas mis manos fuertemente, que tu eras el motivo por el cual mi corazón latía fuertemente, que cuando mi mente buscaba los caminos todos ellos me conducían a ti, y que cada oportunidad que tuve de visitar las estrellas en ninguna sentí lo que tu me hacías sentir.

Ya no recuerdo la última vez que soñé, solo recuerdo que cuando lo hacía mi mundo oscuro se iluminaba por completo, que no había ningún obstáculo que me impidiera avanzar, que no importaba cuan dura fuera la realidad la enorme ilusión que henchía en mi pecho me permitía recorrer el camino espinado como en una alfombra de nubes.

Solo recuerdo que la luz irradiaba de la esperanza por un mundo mejor, que los obstáculos se vencían por perseverancia, que la ilusión nacía de Dios que aún hoy allana mi camino.

Ya no recuerdo cuantas veces soñé, solo que podría abrir mi mente y sacarlos por montones, ordenarlos por nombre, tamaño y lugar, que no importaba cuantos fueran todos habían salido de mi corazón y estaban clavados en mi mente, a veces llegué a pensar que vivir era un sueño del que nunca deseo despertar.

Solo recuerdo que muchas veces soñé contigo, que en ellos había un futuro para los dos, juntos, afanados por los mismos sueños, solo recuerdo que eran el mejor instrumento para unir nuestras vidas. Hace un tiempo desperté, la música noble era un espejismo auditivo, me di cuenta que los caminos llenos de flores estaban al lado del panteón de los sueños que se marchan.

Porque se marchan me pregunté ese día, a veces porque se mueren en el olvido, otras veces porque a quién se los ofreces no los quiere ni los merece, pero la mayoría se marchan porque nunca hiciste nada por sacarlos del mundo etéreo para traerlos a la realidad, hoy busqué uno que tuviera tu nombre, afortunadamente no lo encontré, hay sueños que se marchan porque no estaban hechos para ti.

No extraño esos sueños, pronto recuperaré la habilidad de soñar, seguramente será cuando vuelva a amar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Declaración de Independencia

Mientras el celeste manto pierde la batalla ante las nubes cargadas de agua que se extienden infinitamente sobre mi cabeza y el cálido sol agoniza en plena oscuridad siento dentro de mí al corazón que se ha revelado y busca deshacerse de tu amor, está en cruenta lucha para abandonar las espigas de tus manos y superar al veneno de tus labios, mientras yo sofocado por los sentimientos que se encuentran sin piedad en la batalla, trato de tomar un respiro para no sucumbir ante el dominio de tu mirada. Me atacas con los recuerdos dulces que una vez construimos y me torturas con las palabras tiernas que seducian mis tímpanos que se derretían ante la vibración de tu voz, desfallecido después de tanto amor, adolorido por tanta desilusión, desesperado por la apatía de tu corazón, no quiero beber más de tu boca, no deseo aparcar más en tu silueta, no deseo ser más prisionero de la calidez de tu cuerpo ni sentir las espigas de tus manos en mi cintura. Agotado por tanto año que he dependido de tus...

Dibujaste una sonrisa

Estaba allí afanado, no creo me hayas visto, secretamente me detuve, respiré pausado, te admiré, dirigiste tu mirada hacia mi, de lejos me dibujaste una sonrisa, tomaste un suspiro y jugando con tu cabello te marchaste, la sonrisa se quedó conmigo para hacerme recordar lo que me haces sentir.