Estaba sentado, fuera de mi, sumergido en mis pensamientos;
los grandes volcanes se escondían juguetonamente tras las nubes almidonadas,
cuando algunos tontos me hicieron meditar,
no sabía que se acercaba el momento de permitir al viento soplar,
pensé que no quería que llegara el momento sin embargo lo entendí,
me pregunté a mi mismo, ¿podrías cambiar?
conociendo la respuesta tome aire de la superficie y me volví a sumergir,
sentado sin mover las manos, sin agitar los pies viajé por el mundo, mi mundo.
Lo acepté, era el momento de abrir la puerta,
era el momento de ver las hojas volar sobre el viento.
Lo pensé, no sería yo quien abriría la puerta,
La ví, ella estaba del otro lado lista para salir, correr, gritar, maldecir, no dijo adios, solo te odio.
Yo pensé, vete, deja que sople el viento.
los grandes volcanes se escondían juguetonamente tras las nubes almidonadas,
cuando algunos tontos me hicieron meditar,
no sabía que se acercaba el momento de permitir al viento soplar,
pensé que no quería que llegara el momento sin embargo lo entendí,
me pregunté a mi mismo, ¿podrías cambiar?
conociendo la respuesta tome aire de la superficie y me volví a sumergir,
sentado sin mover las manos, sin agitar los pies viajé por el mundo, mi mundo.
Lo acepté, era el momento de abrir la puerta,
era el momento de ver las hojas volar sobre el viento.
Lo pensé, no sería yo quien abriría la puerta,
La ví, ella estaba del otro lado lista para salir, correr, gritar, maldecir, no dijo adios, solo te odio.
Yo pensé, vete, deja que sople el viento.
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